martes, 15 de febrero de 2011

Lluvia de panes duros

Dice Juan Nuño en su Teoría sobre los juegos que todo éste pretende representar o imitar algo. El juego es simulacro. Extensión y ortopedia de las sociedades que lo practican. Sus reglas son el modelo a escala de una mínima gobernanza. En una enciclopedia imaginaria sobre el particular, el fútbol reinaría en este siglo como el más perfecto de nuestros cachivaches occidentales.

El oleaje de 11 jugadores que buscan, fieramente, traspasar o defender una misma e hipotética diana lo supone todo. En el futbol existen todos los ingredientes de nuestras formas más primitivas. La pertenencia, sea o no territorial, a una u otra afición. Los héroes, esa máquina furiosa de afectos y esquirlas. La grada, con su tufillo de mirón de palo. En el fútbol, como en las democracias, el aforo legitima la santidad de los Estadios.

Después de dos guerras mundiales y tras la complicada reconstrucción de su paz política, Europa encontró en el fútbol no sólo un lugar dónde desahogar sus tensiones nacionales sino también un espectáculo dónde dar por finiquitado el pan del circo, sin daños a terceros.

De los anárquicos partidos de la Inglaterra del siglo XI donde hordas de campesinos corrían a través de ciénagas, prados y explanadas, a los clubes que hoy confeccionan una mejor y más eficaz simulación. Hombres que no son reales. Hombres que valen millones. Una dinastía de imposibles del que todos ansiamos un trozo.

Que haya el fútbol servido en su momento como escaparate para tiranos, verbigracia el Real Madrid de Franco o la Argentina Campeona de Videla, no le quita miga al mendrugo que hoy se reparte en esta carpa. El míster ha pasado de estratega a vociferante dictateur. Los periodistas han dejado las metáforas y se han dedicado, de lleno, a recolectar basura o, lo que es peor, a escribirla o protagonizarla.

Si todo juego es, en efecto, la simulación de algo, ¿a qué o quiénes imitan las leyes de este fútbol? Jeques , promotores inmobiliarios y cavalieris ¿Lo que debió de ser la guerra ahora será el mercado? Hombres que valen millones y esta lluvia de panes duros que no amaina.

10 comentarios:

  1. Gracias María Antonieta, ¡un abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Sencillamente Sensacional!!!. Muy bueno.

    ResponderEliminar
  3. ¡Gracias Carlos! Oye... Qué me dices del retiro de Ronaldo?

    ResponderEliminar
  4. Paco: muchísimas gracias por el comentario y, por supuesto, por pasar a leer el blog. Un saludo

    ResponderEliminar
  5. Prima. EL retiro de Ronaldo me parece que ya era su hora, el ya habia anunciado que se retiraba a finales del 2011, después de la desclasificación del Corintians la torcida la agarro con él y Roberto Carlos, en los dos últimos años las lesiones se acumulaban y su peso no dismimuia, fue una sabia decision.

    ResponderEliminar
  6. Sí, tienes razón... ¡Y por cierto, a Roberto Carlos creo que le amenazaron de muerte!

    ResponderEliminar