domingo, 15 de mayo de 2011

El problema es el diamante

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De unas semanas para acá, cruzo los pasos cebra tarareando el himno del Liverpool. No sé si es su arrullo orquestal –fue escrita para el musical Carrousel, en 1945-. O esa sustancia melancólica que tienen las ciudades con puerto, en especial ésa, que puede jactarse de haber tenido en un mismo siglo a los Beatles, a Bill Shankly, Albert Stubbins –mediocampista de los reds que aparece en la portada de Sargent Pepper´s Lonely Heart Club Band-, Wayne Rooney y Steven Gerrard.

No son una excepción en mi Iphone la versión de los Gerry and the Peacemakers, la original, la de 1963, ni las que he conseguido de Frank Sinatra, July Garland, Mahalia Jackson o Elvis Presley y, claro está, la que canta The Kop. Recurro a ellas de cuando en cuando, para que caminar a solas parezca una forma de pertenecer a alguna hinchada. Sin embargo, la razones por las que tarareo Youll never walk alone en estos días no son anímicas sino estrictamente futbolísticas, de ahí el paso cebra. Eso y que en algún lugar debes de refugiarte cuando comienzas a sentirte un hincha huérfano y perdido. Anfield tiene las puertas siempre abiertas para mi fútbol apaleado.

Hace unos días, vi en el Marca un dibujo de cómo quedó la alineación del Real Madrid durante los últimos quince minutos de juego contra el Getafe. La silueta que dibujaban Adebayor como rematador; Cristiano Ronaldo y Di María como mediapuntas y Benzemá como delantero retrasado en el esquema reproducía la forma de un diamante. Con una quijada de cristal –capaz de romperse con bajas como las de Pepe, Ramos, Carvalho- y un centro del campo eternamente abandonado, esa alineación me pareció la explicación perfecta de lo que le pasa al Madrid: apostar al juego individual o a la dupla del tipo Cr7 con Özil.

No existe un pensamiento orquestal que arranque desde atrás y que tenga en el centro del campo la tan ansiada cocina que envidiríamos al Barcelona. Xabi Alonso no da más, repartido como está entre tareas defensivas y tácticas; Lass sirve para lo que sirve: para derribar y cortar y Khedira sigue aún difuso en la opacidad de un juego raro. Sobran delanteros. Jugadores que se comportan como piedras preciosas para coleccionar. Líneas paralelas, llamadas a no tocarse, a no coincidir en una jugada común. Eso explica porqué el desafuero por el título individual de Cr7. Eso es lo que tenemos esta temporada: amor propio versus fútbol.

¿Nunca caminarás solo? Este no parece ser el caso de un equipo –y de un técnico- que se prefiere segundo en Liga y líder en el Pichichi. Este Madrid reina en la soledad y propicia en quienes lo vemos una rara angustia que nos hace silbar el himno de equipos adoptivos. ¿Cuánto tiempo puede soportar un Club la sequía y el travestismo táctico? Capello, Schuster, Juande, Pellegrini, Mou. No hablo de sostener monarquías como las de Sir Alex Ferguson en el Manchester , pero tampoco este festival de verduras caducadas en que se nos ha convertido el Madrid.



Lo más probable es que CR7 bata el récord de Hugo Sánchez al superar con uno más, los 38 tantos que marcó el mexicano con el Madrid en la temporada 88-89. Ajá, ¿y qué? En la pizarra de juego, el mismo y nítido diamante seguirá, engarzado, en el tope de una alineación famélica, que apenas y tiene fondos para armar jugadas convincentes, continuas y orquestales como las que se desean en un combinado de once sujetos que juegan al fútbol. Once sujetos que aspiran no caminar solos sobre el césped del campo.

3 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu post, el tema y como está escrito aunque CR7 lleva 1 menos por que Marca le coloca el de Pepe.
    Estoy viendo que CR7 acaba de meter otro gol, ahora si lleva 37.

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  2. ja ja j aj ja ja Inés, tú no perdonas!!!!!!!
    :)
    Eres una crack!

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  3. Le voy al Real Madrid desde pequeño: como buen niño nacido en México entre finales de los 70 y principio de los 80, me enamoré del futbol gracias a los goles y piruetas de Hugo. Me hice fan del Liverpool en aquella Final de la Champions de 2005. Desde entonces, ver jugar a los "Reds" contra el Real Madrid es como ver pelear a mis padres: no sé a cuál irle.

    Una cosa es cierta, cada que veo imágenes de Anfield cantando You'll Never Walk Alone siento escalofríos, y sé que el día que mi voz se una a la de The Kop, las lágrimas serán inevitables.

    Me gusta tu blog, espero que no te moleste que ponga una liga desde el mío.

    Y las visitas siempre son bien recibidas ;) http://www.elrincondelmac.com

    Besos y abrazos desde México.

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