miércoles, 20 de abril de 2011

Chepe Derbi, o la vergüenza de la victoria

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No es fácil escribir estas líneas. Han transcurrido 18 años sin ganar una Copa del Rey. Se ha vencido, al fin, el plazo. Aunque celebrar un título con la salsa agridulce de la vergüenza, mejor dicho, festejar con la blanda borrachera del que se siente triturado por el fútbol que usó Mou el sábado 16 de abril, y hoy, contra el Barcelona, es duro. No sólo es duro … es demoledor.

Al momento de escribir esto, siento el efecto de unas cinco o seis Heineken. Y no me avergüenza admitirlo. Como tampoco me sonroja poner por escrito los rubores que brotan en mis mejillas al reconocer los muchos pases equivocados, la demasiada defensa, la poca vocación ofensiva de los merengues, la demasiada calma al momento del contraataque. ¿Se puede avanzar caminando cuando eres un mediocentro? Y yo me pregunto… ¿mereció ganar el Real Madrid la Copa del Rey?

¿Es este un espectáculo futbolístico previo a la Champion League que se avecina? Y me da por menear la cabeza … Estoy ahora en San José, la capital de Costa Rica que los ticos mientan afectivamente Chepe. En este sitio el fútbol es un contagio . Ya lo decía John Carling: el balompié es la religión mundial. En semejante iglesia, el Barcelona oficia su misa como la creencia mayoritaria, la mayor en este pueblo de orillas entre los océanos Pacífico y Caribe. Después de invertir 120 minutos en un bar de presencia mayoritariamente culé y masculina, escribo esta desilusionada crónica con la amargura de la victoria a cuestas.

Me gustaría ser entusiasta. Y sin embargo, no puedo. Cuando vi a Xabi Alonso colocado en la banda y a Pepe en el centro de una alineación cancerbera, me pregunté …¿jugaremos o defenderemos? En el segundo tiempo del partido contra el Barcelona, después de unos grasientos nachos con fríjoles, mi pregunta estaba más que respondida: un equipo reactivo, casi italiano, me di cuenta de que el Madrid actuaba en función de las acciones de los blaugranas. En Mestalla, las cosas ocurrían sin gracia. Ergo Mou invertía lo justo.

A miles de kilómetros, sentí desilusión de llevar mi camiseta estampada con el dorsal de Ramos. ¡Vaya negocio! Muy Bien, ¡Hemos ganado, pero el Barcelona había jugado más y mejor que el Real Madrid! No voy a entrar en el fuera de juego que anuló el gol del Barcelona, porque milimétricamente era correcto. Hablaré de las muchas ocasiones del Barcelona y de las muchas menos del Real Madrid. El gol de Cristiano fue producto de una ocasión aislada, de una excepción en las estadísticas del partido, hablaré más bien, del poco juego de equipo, de la economía grupal, del contraste. Hablaré de mi lógica satisfacción como hincha y de mi disgusto como amante del fútbol. Hablaré de mi confusión y de estos raros derbis chepes y de contradicción que corre por mi mente con su tufo a cebada y espasmo.

¿Así es el fútbol? No lo sé.
Me gustaría poder comprar el Marca mañana y leer a Santiago Segurola. Quizás así tendría más clara ciertas cosas. Quizás. Pero resulta que justo al amanecer me iré Al pie de un volcán y, como Alma Guillermo Prieto, escribiré –aunque mal- de otras cosas, sobre muchas otras cosas. Creo yo…

3 comentarios:

  1. Para mí, el fútbol tiene muchas caras, y NO ME GUSTA el "fútbol-balonmano" que practica el Barça. El Madrid fue mejor en el primer tiempo, bastante mejor, y debió irse al descanso ganando, pero no tuvo suerte. En el segundo tiempo, el Barça achuchó, pero en el fútbol hay defensas y porteros, no sólo delanteros, y si no marcó fue porque el Madrid fue más efectivo en esa zona. En la prórroga, el Madrid volvió a ser mejor y lo refrendó. Hablar de justicia en el fútbol es una quimera, porque la justicia la pone el gol, y como el gol lo marcó el Madrid, es merecido, o justo campeón, como quieras verlo. El Athletic de Clemente ganó dos ligas seguidas jugando al patadón y todo el mundo lo alabó. ¿Por qué se critica el fútbol de Mourinho, si en definitiva tuvo más ocasiones que el Barça? El fútbol, y la victoria en el fútbol, tienen muchos caminos, y el Madrid ha encontrado el suyo. ¡Ah! Y por supuesto que yo me alegro y no siento ninguna dergüenza por celebrarlo...

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  2. Muchachos.... no me malinterpreten... estoy tan feliz como ustedes, con todo y copa aplastada. Pero ustedes, como yo, saben que hemos jugado mejor como Antonio: ¡Campeones! aunque sea al estilo Calcio. Es cierto PEpe que en el fútbol hay defensas y mira que me gusta el fútbol defensivo pero no así, no al estilo moledora de carne. Aunque gracias al cielo hay diversidad. Y sí hermano: Hala MAdrid!!!!!

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