El Ajax vuelve a la competición después de cinco años de ausencia, y lo hace tocado. Luis Suárez, el delantero uruguayo del club holandés, se pierde el partido de ida por sanción. Más cómodo no lo puede tener el Madrid. Jugará en casa, con un equipo oxidado que tiene sentado en el banquillo al hombre que en la temporada pasada marcó 35 goles en 34 partidos. ¿Alguna exigencia adicional?
Tal vez el Real Madrid vuelva a justificarse y pida un nueve en las portadas del Marca (30.08.2010) para ganar a cuentagotas o volver a empatar a cero, como ocurrió con la primera jornada de Liga. Es probable. Existe también la posibilidad, ¿por qué no?, de una alianza estratégica para retirar la venta de líquido en todas las instalaciones del Bernabéu y repartir galletas saladas en todas las puertas, para evitar los molestos silbidos. Pero el asunto seguirá siendo el mismo.
El jugador número 12 parece que no siempre está invitado a ser titular, o parece que se le convoca como tal para que se deje la laringe a cambio de cualquier cosa, o para cuando el asunto se ha puesto realmente feo.
La grada, fiel a su naturaleza de informe cuerpo político, ya desea ver materializados los resultados de su fe. Estos dioses suyos cojean mucho. Por eso se mueve, se revuelve silbante y anónima. Por eso hace ruido, CR7. Para que tú hagas fútbol.
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